Esta exposición que se desarrolla durante los meses de verano corre el riesgo de pasar desapercibida. Me he animado a escribir unas líneas para aconsejaros que no os la perdáis. Hay visitas guiadas los viernes a las 19 h. y los sábados a las 12 h.
Se trata de un conjunto de pinturas españolas de mediados del siglo XIX y primeras décadas del XX procedentes de la colección Gerstenmaier. En ella podemos seguir las tendencias y temática más notables de autores españoles, muchos muy conocidos como Fortuny, Sorolla, Francisco Pradilla, Nonell, Anglada Camarasa, Zuloaga... y otros que para mí eran desconocidos y que han sido un agradable descubrimiento. De los primeros se exponen algunas pinturas que no siendo grandes obras nos sirven para recordar su maestría y originales propuestas. Sus motivos pictóricos siguen las pautas del momento: costumbrismo, retratos y paisajes. Llegando al siglo XX la temática varía y aparecen los marginados y la difícil vida en el medio rural reflejada por Nonell o Solana.
Buena parte de la exposición se centra en el paisaje y resulta interesante poder seguir las diferencias en la mirada del autor, que va cambiando conforme avanza el tiempo. Desde un planteamiento posromántico se muestra una naturaleza líricamente amable, a veces, pero también grandiosa y sobrecogedora cuando se enfrenta a las espesuras boscosas y a los ásperos roquedos montañosos, entonces casi inaccesibles. Me resultaron especialmente interesantes los cuadros de Aureliano Beruete, con obras que evolucionan hacia un mayor realismo, y técnica próxima al impresionismo.
No os la perdáis, si venís al viaje de "La sonrisa etrusca" podremos comentarla entre birras y tumbas...
Se trata de un conjunto de pinturas españolas de mediados del siglo XIX y primeras décadas del XX procedentes de la colección Gerstenmaier. En ella podemos seguir las tendencias y temática más notables de autores españoles, muchos muy conocidos como Fortuny, Sorolla, Francisco Pradilla, Nonell, Anglada Camarasa, Zuloaga... y otros que para mí eran desconocidos y que han sido un agradable descubrimiento. De los primeros se exponen algunas pinturas que no siendo grandes obras nos sirven para recordar su maestría y originales propuestas. Sus motivos pictóricos siguen las pautas del momento: costumbrismo, retratos y paisajes. Llegando al siglo XX la temática varía y aparecen los marginados y la difícil vida en el medio rural reflejada por Nonell o Solana.
Buena parte de la exposición se centra en el paisaje y resulta interesante poder seguir las diferencias en la mirada del autor, que va cambiando conforme avanza el tiempo. Desde un planteamiento posromántico se muestra una naturaleza líricamente amable, a veces, pero también grandiosa y sobrecogedora cuando se enfrenta a las espesuras boscosas y a los ásperos roquedos montañosos, entonces casi inaccesibles. Me resultaron especialmente interesantes los cuadros de Aureliano Beruete, con obras que evolucionan hacia un mayor realismo, y técnica próxima al impresionismo.
No os la perdáis, si venís al viaje de "La sonrisa etrusca" podremos comentarla entre birras y tumbas...
Este artículo ha sido escrito por
Elena Piedrafita, Doctora en
Historia Medieval
y Licenciada en Historia del Arte.
Elena Piedrafita, Doctora en
Historia Medieval
y Licenciada en Historia del Arte.