En la edición del viaje aventouresco a Italia de este verano que está a punto de terminar, hemos visto mucho mar y mucha costa, por algo el viaje se llamaba “Sapore di mare”. Hemos recorrido la Riviera de Levante de Liguria, llena de pueblecitos de pescadores encaramados en riscos, acantilados impresionantes y paseos marítimos con mucho encanto.
Pero también se hicieron varias incursiones tierra adentro, concretamente por las comarcas históricas de la Versilia y la Lunigiana, a caballo entre Liguria y Toscana. En una de ellas se visitaron las canteras de mármol de Carrara, realizando posteriormente una visita al soberbio museo de escultura de dicha ciudad y dando un paseo por los bonitos rincones y calles que recorrió Miguel Ángel en búsqueda del bloque de mármol perfecto para sus obras.
Paseando pues por la capital del mármol más famoso del mundo, un servidor, y muchos otros compañeros de viaje, nos topamos con esta curiosa inscripción en una céntrica calle.
Pero también se hicieron varias incursiones tierra adentro, concretamente por las comarcas históricas de la Versilia y la Lunigiana, a caballo entre Liguria y Toscana. En una de ellas se visitaron las canteras de mármol de Carrara, realizando posteriormente una visita al soberbio museo de escultura de dicha ciudad y dando un paseo por los bonitos rincones y calles que recorrió Miguel Ángel en búsqueda del bloque de mármol perfecto para sus obras.
Paseando pues por la capital del mármol más famoso del mundo, un servidor, y muchos otros compañeros de viaje, nos topamos con esta curiosa inscripción en una céntrica calle.
Sorprendidos y al mismo tiempo halagados de que el insigne director aragonés mereciese el honor de salir en la placa de una lejana ciudad, aunque fuese para mencionar que allí se dedicaba a empinar el codo, nos dirigimos a dar buena cuenta de unos deliciosos “testaroli al pesto” para reponer fuerzas.
Pero una vez ya reposado el viaje, en casa tranquilamente, repasando las fotos tomadas, al volver a leer lo que cuenta esa placa, que “en 1930 en la pensión que tenía su sede en ese edificio, Luis Buñuel se solazaba bebiendo absenta”, algo no cuadra del todo y le entra a uno cierta duda o una mínima sospecha. Si el director de Calanda hubiese mostrado interés por el mármol, en algún documental o libro se hubiera plasmado de alguna manera su estancia en Carrara, cosa que a un servidor no le consta en absoluto. Así que, ante la duda, y aprovechando que hoy en día todo puede investigarse gracias a Internet, no se tarda en descubrir que lo que cuenta la placa es totalmente falso. Y no solo eso, sino que la ciudad de Carrara está plagada de estas placas con mensajes engañosos.
A título de ejemplo, otra reza así: “En este cine, en 1973, Pier Paolo Pasolini vio “El Padrino” sin pagar la entrada”.
O esta otra: “En esta plaza Jannis Kounellis quemó un bloque de mármol apuano para ennegrecerlo”.
A título de ejemplo, otra reza así: “En este cine, en 1973, Pier Paolo Pasolini vio “El Padrino” sin pagar la entrada”.
O esta otra: “En esta plaza Jannis Kounellis quemó un bloque de mármol apuano para ennegrecerlo”.
Esta curiosa iniciativa se inscribe en el Forum Nacional de Escultura Contemporánea organizado por la Unesco para artistas jóvenes, que ganó Francesco Fossati, un escultor de 30 años natural de Monza, precisamente con esta original idea de esculpir una “Fake history” (Historia falsa) en placas callejeras, que en principio iban a instalarse en Bruselas, pero que, ante la negativa de las autoridades de la capital belga, fue ofrecido a las de la ciudad de Carrara, que se mostraron encantadas de poder acoger esta muestra temporal. El proyecto consta de nueve placas dedicadas a sendos personajes, en las que se cuentan hechos falsos sobre ellos y la ciudad que acoge la muestra.
Están tan bien instaladas y tan magníficamente ejecutadas que es muy difícil descubrir que se trata de un engaño, de toda una inocentada. Un engaño original y sorprendente para el viandante, si bien no exento de una cierta dosis de simpática polémica.
Están tan bien instaladas y tan magníficamente ejecutadas que es muy difícil descubrir que se trata de un engaño, de toda una inocentada. Un engaño original y sorprendente para el viandante, si bien no exento de una cierta dosis de simpática polémica.
Pedro Encuentra colabora con Aventouratte desde el primer viaje a Italia, en el 2011. Imparte clases de italiano a los avezados viajeros que se atreven con la lengua de Dante. Su trabajo es el de traductor de italiano, francés y ruso al español. Tfno: 625 574 557 [email protected] |